Capítulo 2:
Encuentro Con La Tentacion
Abordar el avión
nunca me tomaba más de unos minutos ya que era un viajero frecuente y estaba un
tanto acostumbrado a los trámites, entre en fila VIP para retirar mi boleto de
avión, delante de mi solo había un señor mayor que me resultaba un tanto
extraño pero a lo que le preste mucha atención era a una boina rosa y
unos pantalones rosa ajustados combinados con una hawaiana que le hacían lucir
ridículo para su edad, muchos decían que lo que es moda no incomoda pero
si habían cosas con la que no estaba de acuerdo esa era una de ellas.
Llego mi turno y no
supe porque mi rostro le parecía gracioso a la recepcionista.
- Bienvenido Señor, me permite sus documentos
- Dijo entre dientes, le entregue mis documentos y al ver la foto ella me
miraba y se reía.
- Señor se podría quitar los lentes por favor?
- Me pregunto un tanto inquieta.
- Si claro, perdone - La mire por
unos instantes y no apartaba sus ojos de los míos así que me volví a poner los
lentes antes de que se sintiera mas influenciada.
- Señorita se encuentra bien? - Le
pregunte.
- Ah? Si aquí tiene señor le pido mil
disculpas - Dijo avergonzada al entregarme mis documentos y mi boleto.
De momento supe porque Charlie me había dado los lentes de regalo. Me los volví
a quitar y los guarde en mi bolsillo antes de pasar por migración y como no
llevaba ningún equipaje el proceso fue corto.
Aborde el avión y
localice mi asiento que estaba al entrar a primera clase en la fila izquierda,
al momento de sentarme me percate de que el anciano que estaba delante mío en
la fila, estaba allí en el asiento que quedaba a mi derecha con la cabeza
abajo, parecía estar más muerto que yo y estaba acompañado por un niño de al
menos 14 años que jugaba algún video juego de matar zombies. En el momento solo
pensé en que eran el típico abuelo y su nieto vicioso.
Saque mi teléfono y
lo conecte al internet inalámbrico...Abrí mi Messenger para verificar que mi
contacto había hecho todos los tramites y arreglos necesarios para mi estancia,
al comenzar a escribirle sentí que alguien se me acerco con una rara tipificación
de sangre.
- Disculpa está ocupado este asiento?- Dijo
una voz celestial que hizo girar mi rostro hacia el suyo. Quede
estupefacto y mudo al ver esta joven de cabello largo suelto con un tono de
negro, un negro aun más intenso que la misma noche, unos ojos brillantes color
verdes oliva, una piel blanca parecida a la mía, aunque con un pequeñísimo
toque un tanto trigueño y una vena yugular que me estuvo a punto de
descontrolar, no supe identificar las diferentes sensaciones sencillamente no
era nada común para mí.
- Hey puedo? - Me pregunto de forma
sutil, asenté con la cabeza para decirle que si, aunque lo hice sin darme
cuenta, cuando se sentó a mi derecha, volví a enderezar mi cabeza para no
perder la cordura.
- Mmm, me podrías dejar la ventana si? - Pregunto
y de forma inconsciente la mire y volví a asentar con la cabeza, ella me dedico
una hermosa sonrisa entre esos labios rosados, nos levantamos al mismo y ambos
tratamos de cruzar a la derecha y luego a la izquierda, ella se rio mientras
que mi mirada estaba perdida entre su cuello y sus labios.
- Ok solo estate quieto que yo pasare -
Me ordeno tenuemente y me paso por el frente…el aroma que expiraba era un tanto
suave y a la vez salvaje que hiso que mi piel dura se estremeciera por sí sola,
eso hizo que me crecieran los colmillos y tuve que cerrar bien la boca hasta
que se sentó en mi lugar.
- Ya te puedes sentar - Me miro y
sonrió entre dientes.
- Me puedes hablar sabes no te voy a morder o
acaso no puedes? - Dijo sin saber que el que podría morderla era yo, le
mire y sentía que debía permanecer callado escuchando su voz, pero si me
mantenía así por más tiempo ella dejaría de dialogar y la conversación cesaría.
- Perdona mi falta de educación, mi nombre es
Trey…Trey Quiroz - Al decirlo note un tono suave en mi voz el cual me
resulto nuevo, en ese momento pensé en que o mis instintos de cazador
intentaban por su cuenta seducirla, o otra vez estaba actuando
inconscientemente con propósitos desconocidos, por primera vez en muchos
años realmente me sentí confundido sin saber el motivo de porque actuaba de esa
manera.
Se mostro algo
sorprendida al verme hablar.
- Mucho gusto Trey…Soy Anne…Anne Deessie - Me
miraba fijamente como si la estuviera hipnotizando o seduciendo, así que volví
a mirar mi teléfono esperando que se le pasara el efecto.
- Y de dónde eres? - Quede perplejo
al mirarla y dame cuenta que seguía viéndome con una mirada penetrante, le abre
hipnotizado sin querer? Me pregunte a mí mismo, ya que mi cuerpo y mi mente
estaban actuando individualmente, pero me di cuenta que no había hecho el mas
diminuto intento de seducirla, que tan solo era una conversación normal.
- Se que mi madre era de una pequeña isla en
latinoamerica llamada: República Dominicana pero de mi se que me crie en
Rumania y tú? - Dije sin expresión alguna.
- Uyy pero no pareces latino, bueno yo soy
naci en New York pero vivo en Miami. - No sé porque me salió una
sonrisa tonta cuando dijo que vivía en Miami, estaba pensando en que edad
decirle que tenía cuando me lo preguntase pero no quería mentirle, hubieron
unos segundos de silencio entre nosotros.
- Bueno estoy un poco cansada dormiré un poco
- Rompió el silencio casi bostezando y luego saco un ipod, se puso los
auriculares y cerró los ojos.
- Ok -
- Deberías descansar tu también este viaje es
agotador - Me puse los auriculares de mi celular y abrí el
reproductor de música, me dirigí a mi álbum favorito…Hybrid Theory de Linkin
Park y intente cerrar mis ojos y hacer parecer que dormía pero esta vez no me
resultaba en lo absoluto, mis ojos no se podía apartar ni por un segundo de
ella, pensé que el que estaba hipnotizado era yo pero ella no olía a vampiro.
Ya habían pasado
unas horas de vuelo faltaban alrededor de veinte minutos para aterrizar y ella
todavía dormía, volví al Messenger después de a ver escuchado al menos treinta
veces las mismas canciones que tanto me gustan, me contacte con mi amigo humano
Kyle.
- Hola Kyle - Lo salude como de
costumbre…
- Hey!! mi señor Quiroz - Me escribió
con una carita sonriente.
- Te he dicho que dejes de llamarme señor,
somos amigos puedes llamarme por mi nombre sin el señor - Le deje
saber con una carita enfurecido.
- Jajajaja lo sé, lo sé pero es que eres
muchísimo más viejo que yo - Puso una cara que de lado parecía una xD.
- lol tienes todo lo que acordamos listo para
mi estancia? - Pregunte con suma curiosidad.
- He hecho todo lo que me pediste pero algunas
cosas se me complicaron al pagarlas en efectivo, así que tuve que sacar dos
tarjetas de créditos - Respondió al instante.
- Bien, confío en que has sido discreto al
momento de elegir todo, ya sabes que no me gustan las cosas llamativas - Mientras
me escribía, Anne puso su cabeza sobre mi hombro, la tentación se apoderaba de mí
al aspirar ese aroma pero aun seguía confundido sobre si morderla o tan solo
seguir contemplando su sabrosa fragancia.
Segundos después
toco una parte de mi pecho, trate de ignorar su mano pero al instante sentí
sangre y mire a la derecha…Donde estaban el niño y su abuelo, el señor se había
levantando de su asiento deprisa y parecía dirigirse al baño.
De momento pensé
que estaba delirando pero el olor a sangre me parecía muy real y fresco, guarde
mi teléfono, tome la mano de Anne y la acomode encima de ella.
Actué un tanto
sutil al momento de levantarme para que no despertara, verifique al niño y
estaba inconsciente porque había sido mordido ante mis ojos y no me pude
percatar a tiempo y al parecer nadie más lo hizo.
Seguí al vampiro
con aspecto de anciano depravado, hasta el área de las azafatas y me las
encontré a todas en el piso mordidas e inconscientes, ver su la sangre y sentir
su olor me exaltaba así que me tape la nariz y boca y seguí hacia la cabina de
los pilotos.
La puerta estaba
cerrada por dentro así que decidí usar la fuerza bruta antes que les pasara
algo a los pilotos y estuvieran en peligro la vida de tantos humanos, abrí la
puerta de un solo golpe con el hombro, ya era demasiado tarde el copiloto se
encontraba con el cuello destrozado y el piloto por igual.
El anciano
estaba justo frente a mí, con la cara llena de sangre y me miraba fijamente con
los ojos completamente negros signo de que se había convertido a un vampiro cien
por ciento salvaje, entre mi intento por controlar mi sed y la ira que sentía
por saber que mi viaje empezó de la forma incorrecta mis colmillos crecieron.
El vampiro hizo un
rugido bestial y trato de saltar hacia mí para atacarme, pero lo detuve
sosteniéndolo por el cuello, me golpeo con su derecha con una fuerza formidable
en el rostro que me rompió el labio, en el momento que sentí mi propia sangre
fue donde se colmo mi paciencia.
Le respondí
agresivamente rompiéndole la garganta con la mano que lo sujetaba y lo
tire al piso, pero de pronto sentí alguien atrás de mi que no me parecía humano
y reaccione con un golpe fuerte hacia atras con mi derecha, quede desconcertado
al darme cuenta de que era Anne que estaba allí intente detenerme pero era muy
tarde y le golpee el rostro.
Ella se quedo
inmóvil por un segundo. - Llegue a pensar que tú podrías ser diferente
a los demás vampiros - Dijo entre dientes y me sorprendió con una
patada que me lanzo hasta los controles del avión fue muy ágil, al instante
estaba encima mío apretándome el cuello con una fuerza casi de la misma
magnitud que la mía.
- Siempre eres así de tímido o tan solo es
parte de tu acto también? - Dijo con gran furia en sus ojos mientras se
quitaba la sangre de su labio roto y me dejo ver unos colmillos parecidos a los
míos.
- Bien tendré un poco de piedad contigo por lo
gentil que aparentaste ser, así que dime cuál es tu último deseo? - Me
pregunto de una forma agresivamente sutil, mientras me apretaba colosalmente.
- Perdona esto es nuevo para mí, pero te
mostrare ahora mismo cual es mi deseo - Dije sin pensarlo y con la
poca fuerza que me quedaba quite su mano de mi cuello, le tome la otra mano y
me salí debajo de ella poniéndola en mi lugar y yo en el suyo, ahora ella era
la que se encontraba acorralada por mí, inmune de ambos brazos.
- Morderme o matarme es tu deseo? Entonces hazlo - Al mirarla a los
ojos me supe cual era la respuesta, así que cerré los ojos y la bese.
No comprendí porque
lo hice pero de momento no me arrepentí, al saborear sus hermosos labios
mojados por su sangre, fue una sensación muy exuberante, que en noventa años
nunca hubiese sentido algo de tal magnitud.
Estaba cien por
ciento seguro de que ella no era humana ni vampira por completo, era una
especie desconocida que me controlaba a su gusto y me cuestione a mi mismo de
porque tuve un sentimiento humano al besarla, el beso no duro más de cinco
segundos y en ese corto periodo de tiempo el avión se iba en picada al
aeropuerto, todos los indicadores estaban sonando descontrolados.
- Anne nos tenemos que ir ya! -
Vocifero alguien desde la puerta a quien no alcance a ver pero a juzgar por la
voz era hombre, aleje mi cara de Anne y ella estaba un tanto desconcertada,
pero al segundo recobro el sentido y me golpeo con su cabeza con tal fuerza que
caí medio inconsciente al piso.
Ella miro atrás por
un segundo y me pareció verla dudosa pero salió y me dejo allí tirado, intente
levantarme pero sentí un gran dolor en mi pecho que no me permitía moverme, mi
vista se torno borrosa y por primera vez necesitaba respirar constantemente
para no sentirme asfixiado.
Las
pulsaciones en mi pecho eran frecuentes y fuertes, me hacían llorar y gritar
ferozmente, el corazón era un órgano que para los vampiros era un accesorio sin
utilidad alguna pero en mi caso fue diferente y por primera vez lo sentir
latir.
La adrenalina se
apodero de mí y aunque mi cabeza daba vueltas, me recupere en un instante, me
levante y trate de elevar el avión pero los controles no respondían, calcule
que faltaban pocos segundos para el impacto así que me apure y corrí hacia la
salida de emergencia y en el avión todos estaban inconscientes con las
mascarillas puestas.
El avión se
destrozaba por dentro debido a la presión de aire que producía la falta de la
puerta de emergencia que alguien había arrancado, pero debido a mi peso yo
permanecía estable, logre escuchar un sonido leve como si fuese un grito en la
sección económica y corrí para ver si había alguien consiente.
Era una niña de al
menos un año de edad, no podía dejar que un bebe indefenso muriese de esta
forma, sentí que actuaba como mi madre por supe que era lo correcto así que me
quite la gabardina, la envolví en ella y la sujete con una fuerza considerable,
luego corrí lo más rápido que pude hasta la puerta y llegue a salte.
Descendía de
una altura que sentía que la brisa me cortaba la respiración y al caer
cualquier humano se le hubieran roto todos los huesos del cuerpo, me asegure de
que la bebe estuviera bien, mientras que el avión se estrello en la pista de
aterrizaje, se despedazo por completo y luego hiso una gran explosión.
Vi a los policías,
bomberos y ambulancias dirigirse al lugar, corrí a toda velocidad hacia el área
de espera dentro del aeropuerto.